Salmo127:4 Como saetas en mano del valiente, Así sonlos hijos habidos en la juventud.
A menudo,cuando leemos la palabra de Dios y nos encontramos con este versículo inmediatamente lo aplicamos para nuestros hijos, y es muy correcto hacerlo. Pensamos lo mucho que los amamos y lo lejos queremos proyectarlos en la vida, para que crezcan tanto en lo espiritual como en lo profesional, y nos olvidamos de nuestro compromiso real como padres y con Dios. ¡Prepararlos y dejarlos ir!
Es decir, antes que nuestros hijos estuvieran con nosotros, nosotros estuvimos con Dios, en su pensamiento, en su corazón y ahora que somos adultos y padres, seguimos estando en el corazón de Dios como hijos, por lo tanto, nosotros también somos saetas en manos de Dios, y él nos preparo para preparar a los nuestros.
Dios con inmenso amor y paciencia espera de nosotros lo mejor, nos dio vida, la inteligencia y la capacidad de discernir las cosas, esperando que siempre escojamos las mejores opciones para ellos y conforme a su voluntad. Y así nos proyectamos a la vida directo desde sus manos, capacitados y forjados según el corazón de Dios.
Lo mismo espera de nosotros para con nuestros hijos, así como nos capacitó a nosotros espera que hagamos con nuestros hijos, que dejemos que ellos sean lanzados con amor y fe a la vida. Y de la manera que él cuida de nosotros, debemos dejar que Dios cuide de ellos también.
Pareciera que no nos quedara claro, muchas veces, que esos bienes que pertenecen a Dios y que ahora llamamos como “nuestros”, en realidad son de Dios, y no confiar en el cuidado divino es como negar la capacidad de Dios quien los creó como a nosotros. El nos creo para crearlos a ellos y por eso los llama “Herencia de Jehová”. PORQUE TIENE UN PLAN CONTINUO PARA SUS HIJOS QUE NO DEBEMOS INTERRUMPIR O SER DE TROPIEZO.
Salmo127:3 He aquí, herencia de Jehová son los hijos;Cosa de estima el fruto del vientre.
Así que, si primero entendemos que Jehová no ha dejado de ser nuestro Padre, y nosotros no hemos dejado de ser sus hijos, por lo tanto seguimos permaneciendo bajo su atenta mirada, que nos protege y que nos guarda de todo mal, entonces entenderemos perfectamente bien la manera en que debemos actuar con los nuestros, HAGAMOS NUESTRO TRABAJO QUE DIOS HARÁ EL SUYO. CONFIA EN TUS HIJOS PORQUE ESTAN EN LAS MANOS DE DIOS.
BENDICIONES.
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